Cultivan la tierra respetando su ciclo natural, sin usar abonos químicos, pesticidas o productos de síntesis. No utilizan semillas ni organismos manipulados genéticamente.
Cultivan arroz, trigo, centeno, maíz, soja y hortalizas siguiendo las normas europeas de la agricultura ecológica bajo la supervisor del Órgano de Control de Castilla la Mancha.
Su pretensión es conseguir unos frutos sanos y equilibrados y a la vez evitar el deterioro del medio ambiente.
Los cereales de cultivo propio o de otros agricultores ecológicos de la Región se transforman en harina en molinos de piedras blancas recuperados de antiguos molinos de la zona.
Es la forma tradicional de molienda por roce del grano entre las piedras, produciendo una harina de buena calidad panificable y que mantiene íntegros los elementos vitales del grano.
También elaboran de forma artesanal pan y bizcochos con ingredientes naturales: harina de cereales de cultivo ecológico, sal marina, agua depurada y levadura madre.