La quinoa real procede de la familia de las espinacas y la remolacha, aunque es un grano parecido a un cereal.
Procede de Bolivia donde se cultiva entre 3.000 y 4.000 metros de altitud y los habitantes lo vienen utilizando desde hace muchos siglos como un alimento habitual en su dieta, tanto que la consideraban un grano sagrado. En quechua quinoa significa «cereal madre».
Incorporar la quinoa en nuestra dieta nos permitirá disfrutar de una alimento riquísimo, natural y muy saludable.
Es ideal para aquellos que quieran prescindir del gluten, con un alto contenido en proteínas e indicado para el desarrollo muscular en épocas de actividad física.
La quinoa es también una fuente importante de vitamina C, E, B1, B2, B3 y ácido fólico. También contiene hidratos de carbono en abundancia que la convierten en una importante fuente de energía.
En Tu Fuente de Salud queremos proporcionar opciones culinarias saludables para nuestros clientes y para cualquiera que esté dispuesto a leernos.
Esta sencilla receta que presentamos hoy, combinamos todos los sabores de la dieta mediterránea (especias, ingredientes, método de cocción) con la quinoa más algún que otro añadido para hacer de este planto una combinación perfecta para nuestras comidas.
Recomendamos siempre el uso de productos ecológicos o, en su defecto, lo más naturales posible.
INGREDIENTES 2 PERSONAS:
- 150g de Quinoa Real
- 1 cebolla morada pequeña
- 100g de calabacín
- 1 Pimiento rojo
- 1 Pimiento verde
- 1 zanahoria
- 6 gramos de alga wakame (U otra variedad, depediendo del gusto o del efecto deseado)
- Una cucharada sopera de semillas de sésamo
- 3 o 4 tomates cherrys
- Curry, pimienta, jengibre y sal.
- Una cucharada de chlorella en polvo
- Aceite de oliva virgen extra
- El jugo de una lima (o limón) o una salga de soja (Tamari o Shoyu)
ELABORACIÓN:
La quinoa posee saponinas, sustancias tóxicas para los animales y seres humanos con propiedades parecidas a las del jabón, tanto que las mujeres centroamericanas acostumbraban lavarse el cabello o la ropa con el agua del remojo.
Es por eso que es conveniente ponerlas a remojo durante al menos media hora antes de consumirlas y lavarla muy bien varias veces batiendo el agua y descartándola.
Pasado el tiempo de remojo, hay que batirla en el agua otra vez con una espátula o cuchara y cambiarla nuevamente de agua antes de hervirla. Es un procedimiento lento, pero de esa manera evitaremos consumir saponinas de manera total y conseguiremos limpiar toda la suciedad y las impurezas.
Una vez terminado este procedimiento, vertemos en un recipiente dos partes de agua por una de quinoa, añadimos sal y una pizca de aceite y esperamos a que rompa a hervir para añadir los granos de quinoa ya lavados.
Recordar que si aún se quiere hilar fino, es incluso conveniente cambiar el agua a mitad de cocción, pero esta particularidad es sólo un añadido más para completar el proceso de manera optima, pero no es necesario.
La quinoa se irá cociendo a fuego lento hasta que el agua desaparezca del recipiente. El proceso dura en torno a los 15 o 20 minutos.
Antes de continuar, pondremos a remojo el alga wakame para que este perfectamente hidratada o bien en el momento de emepezar a cocer la quinoa la añadiremos al agua para que se cocine junto con la quinoa.
En cuanto a la guarnición, troceamos las veRduras y las ponemos a pochar a fuego lento en la sarten, excepto los cherrys que los añadiremos al final para dar ese toque refrescante y mediterráneo a nuestro plato de quinoa.
Una vez pochada la verdura y con la quinoa ya cocida, mezclaremos todos los ingredientes en la sartén.
Es en este momento cuando añadiremos las especias como el curry, el jengibre o la pimienta.
La chlorella la añadiremos justo al final con el fuego ya apagado, junto con los tomates cherry (abiertos en cuatro mitades), la wakame, el jugo de una lima recién exprimida y las semillas de sésamo.